Es el consciente, no la conciencia quien codifica o interpreta la realidad externa ( la que hemos creado) a diferencia del subconsciente que es es como una máquina receptora de pedidos. Trabaja a toda hora en piloto automático y utiliza la noche para asentar con firmeza lo que serían las nuevas directivas aprendidas por el consciente durante el día. El consciente codifica o interpreta el entorno que nuestros ojos ven. Eso genera una impresión en la "lámina" del subconsciente con el formato (u orden) que se va a reproducir (como en una imprenta) y dicha impresión es materializada o exteriorizada por él mismo (subconsciente) haciendo gala de su rígida obediencia y creatividad hacia su amo (que es el consciente).
Dios es el poder de la creatividad y sería la creatividad misma manifestándose, porque su naturaleza es la expansión y este se expande creando (multiplicándose) a través de la intención y la emoción. Dios se auto definió a través de la acción.
Cuando Dios tuvo la intención y emoción de auto definirse a través de la palabra dijo "I Am" - "Yo Soy" y ese es el comienzo de su expansión. Sin palabra, sin intención, sin emoción, no hay expansión, no hay crecimiento. Un Dios sin palabra, sin expansión no es un DIos, es una entidad inteligente.
El consciente decodifica, siente o interpreta. Interpretar es valernos de nuestra experiencia para evaluar algo. Utilizamos nuestras experiencias de esta u otras vidas (info que viene en nuestro ADN) para medir o juzgar lo que tenemos frente a los ojos. Sentir es un juicio porque es subjetivo y es una orden para el subconsciente de como es correcto percibir validando el mundo percibido. Si aceptáramos que el mundo que vemos no es coincidente con lo que debería ser pues nuestros pilares filosóficos establecen un mundo diferente entonces todo se tambalea como en un terremoto y el terremoto es una expresión de que hay algo que no está bien. Le estamos diciendo al subconsciente que lo que vemos no es válido y que para saber lo que es válido que mire en nuestra imaginación (visualización) de ahí que visualizar lo que queremos es tan importante.
Se genera un conflicto evidentemente que nos hará sentir incómodos, pero si mantenemos nuestra visualización sin claudicar el ritmo con el que presionamos al subconsciente de lo que "debe ser" entonces estaremos ordenando consistentemente al mismo a generar una nueva realidad que luego y lentamente generará cambios en la materia la cual será percibida por nuestros sentidos. Si las señales al subconsciente son débiles, él seguirá creando en base a las directrices que tengan más peso en cuanto al tiempo que estas se hayan estado dando. Es como tener un jefe con el que se ha trabajado durante 20 años y venga uno nuevo a cambiar todo. Llevará su tiempo acomodarse pero si el nuevo jefe no se expresa consistentemente entonces el empleado se guiará por las instrucciones a las que está más acostumbrado. Si tuvimos una vida de directrices erróneas y queremos generar un cambio deberemos ser consistentes en las señales al punto de nivelar y superar las pre existentes. Reemplazarlas se logra con un ritmo consciente.
Cuando la percepción de lo externo (la percepción de la vida misma) coincide con nuestra filosofía de vida estamos validando lo que creemos y aunque sea todo parte de gran un error, este permanecerá inamovible pues la ecuación le funciona. Todo depende de nuestra voluntad y sentir, nosotros elegimos lo que queremos manifestar.
El libre albedrío existe y es la capacidad de elegir entre múltiples caminos. El conocimiento debe guiarnos hacia la mejor de nuestras experiencias. Elegir el tipo de vida que queremos o consideramos justa es una tarea difícil, pero no imposible. Imposible es tratar de vivir una vida que no está dentro del rango de nuestras opciones pues antes de nacer no la contemplamos o planificamos.
El sistema funciona de la siguiente manera en síntesis : cuando somos pequeños vemos el mundo sin juicios. Las experiencias vividas generan juicios. Los juicios son una validación de la realidad y dichas sentencias se transforman en las directivas que el subconsciente toma para generar una realidad lo más parecida a la que le contamos . Luego nuestros sentidos la perciben nuevamente reconfirmando los hechos como lógicos en base a las experiencias pasadas y reforzando las órdenes que sin saberlo damos al subconsciente nuevamente para que siga generando más de esa realidad. Así es como vivimos en un mundo que creamos. Primero creemos y luego creamos. El proceso para Deshacer el error es primero creer en algo diferente (creer de corazón) y para crear algo diferente, la imagen mental debe ser más fuerte que la realidad percibida y de esta forma damos las señales a nuestro subconsciente para que genere esa nueva realidad.
En algún punto debemos darnos cuenta de que nuestro subconsciente es como nuestro Dios interno y como todo Dios, su principal función es la de expandirse a través de la creación. Es como una bola de nieve que crece de forma exponencial y depende de nosotros si la nieve que usamos es blanca o no.
Editorial Entre Dos Mundos Francisco Tapia
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